2700m de bajada. Nunca lo habia hecho.

Para nuestro tercer dia preparamos una ruta desde la misma cima del roque de los muchachos hasta tocar el agua del océano.

Pero lo primero que queríamos hacer era observar y disfrutar la Caldera de Taburiente desde el mirador superior. Había calima por lo que las fotos no hacen justicia a los colores y profundidad de sus 7km de diámetro  Aun así algo se intuye.

Las vetas de diferentes tonalidades y la apertura hacia el mar de la Caldera es un espectáculo sin igual. Melo y Dani llevan un rato ahí.

Raul al comienzo de la bajada por un tramo roto y bastante suelto. toda la primera parte fue bastante complicada.

Tuvimos que atravesar varios mares de piedras como lavadoras que si los mirabas no creías posible atravesar. Adán aquí atraviesa y culmina con éxito uno de los mas espectaculares.

Aun borrachos de bajada eramos capaces de parar y mirar bellezas como esta.

También tuvimos que remontar algún que otro collado por terreno tan suelto que era difícil hasta caminar.

Las Tuneras y el miedo a caer en ellas daba dificultad extra a los senderos.

Nos acercamos al mar y el camino se convierte en un sueño ideal.

Máxima concentración aquí un fallo se pagaría muy caro. La mayoría de las curvas exigen pivotar la bici para completarla montado.

Ya estamos casi en la playa. Aun quedan metros....

El grupo al completo. Ha sido la mayor bajada  que todos hemos afrontado hasta ahora. No ha habido ningún percance reseñable y como suelo decir el sudar y afrontar las dificultades en grupo une bastante. Ahora nos tomaremos unas cervezas y tapitas que nos lo hemos ganado.

Ha sido uno de los días grandes en LP y aunque todos hablamos, reímos y vacilamos  Mi mente sigue recordando la grandiosa Caldera.