Hoy hemos aprovechado el buen tiempo por el sur lejos de las tormentas pirenaicas para acercarnos a la zona de Riglos en Huesca.
Curiosamente Adán y yo hemos coincidido con bicicletas de 29. El con su Santa Cruz Tallboy de 29 y yo con mi bici ralyera la Lapierre XR729.
De par de mañana el cielo no estaba muy vistoso pero luego ha salido el sol y ha calentado de lo lindo.
De la ruta me quedo con dos cosas, como suben la 29 y de segundo como bajan las 29.
Fuera bromas las 29 en unas manos o mejor dicho patas adecuadas son capaces de afrontar y subir tramos que ni siquiera imaginamos.
En las bajadas sobre todo me ha sorprendido el tacto de la Pike de 160 de la Tallboy. Realmente tengo muy claro que hoy por hoy esta forka es superior a sus rivales en tacto y funcionamiento.
Las 29 tendrán cosas malas y algunas limitaciones pero tengo que reconocer que tracionan y trasmiten el potencial endiabladamente bien y dan mucha seguridad en según que tramos. las cosas malas las dejo para otro día.
Las fotos de Adán y Javito.
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