domingo, 28 de noviembre de 2004

A Osqueta 28/11/04

Cronica: A Osqueta (28/11/04)
Texto:ToniFane.
Esta es la crónica de una ruta. El fin de semana del 27 y 28 de Noviembre quedamos los pamplonicas con los zaragozanos (algunos de nosotros solo, por supuesto) para hacer un par de rutillas. La base de operaciones el pueblo de LaPeña en la provincia de Huesca. El organizador: Lagartijo, paisano del mismo y afincado en Zaragoza. De la ruta del sábado ya se ha hablado y faltaba hacerlo de la del domingo. Aprovechando que tenía que escribir una crónica de ésta para la web de un amigo, os meto este ladrillazo. Habrá a quien le guste y habrá a quien no, pero lo que sí, el día fue magnifico (como todo el fin de semana).
Foto:Alfonso
La ruta del domingo. - Bbbuuuuufffffffff , en principio es muy ambiciosa tal como la hemos pensado, pero el “descenso del Barranco de Triste” hay que hacerlo.... – Esto pienso el sábado después de la ruta que no hemos podido completar con esta bajada final. Pero, estamos de acuerdo y el fin de semana hay que aprovecharlo a tope.Cena, copas, cigarrazos ..... ¿error? La ruta mañana no será excesivamente larga en kilometraje, 60 o así, pero el terreno se las trae con 2 puntos álgidos a lo largo de la jornada, con sus mega-subidas y sobre todo sus giga-bajadones. Bueno, venga, que lo que no mata, engorda.......Por la mañana un frío de mil demonios. A ver, organización, a desayunar rápido y venga, con los coches para Agüero. Conforme te acercas al pueblo la vista de este es espectacular con sus Mallos detrás. Aparcamos y a prepararnos. Por supuesto, toda la ropa puesta y ya nos la iremos quitando.Por fin salimos. Esto de los preparativos, logísticas y traslados te hacen perder cantidad de tiempo y además con este frío, pocas prisas. Rodamos tranquilamente por pistas llanas y muy agradables de andar, siguiendo un GR marcado como ¿Camino de Santiago?. Será, hay tantos....
Foto:ppppp
Después de unos kilómetros de agradable rodar charlando, empieza el bacalau... Nos quitamos algo de ropa. Tomamos un desvío antes de llegar a San Felices a la derecha. Comienza la cuestera. Larga y dura. Sin descanso. Para colmo empieza a haber barro y las ruedas se pegan. Cada vez es más difícil rodar con estos pencos y con estas cubiertas. No queda más remedio: bici a la “chepa” y andando p’arriba. La verdad, cuesta menos avanzar así y es mejor no resistirse. El día es largo .....Pasamos este tramo de barro más sombrío y volvemos a salir a una zona donde se puede pedalear. Las rampas son empinadísimas y no hay casi descansos. Las vistas hacia los Mallos que dejamos a la espalda son impresionantes y sirven de excusa para parar un poco, contemplarlas y echar alguna foto.
Foto:
Llegamos a un collado y nos reagrupamos. Alguna barrita, unos tragos de agua y continuamos hacia arriba. Todavía no se ve la Osqueta, nuestro primer objetivo. Un rato de llaneo intercalando rampas y ya se ve el largo y empinado cuestalón que nos llevará al último collado desde el que veremos la “W”. A pelearse con la bici que se encabrita y levanta la rueda delantera por la fuerte pendiente, con las piedras que se empeñan en rodar bajo nuestras cubiertas y desequilibrarnos, con el terreno que nos hace perder tracción y sobre todo con nuestras piernas y nuestro corazón que se dispara. Yo me rindo. Bici a la “chepa” de nuevo y andandito p’arriba que el día sigue siendo largo.......Arriba esperan los demás haciendo fotos, aunque creo que esta última cuesta nos ha “vencido” a todos. La verdad, no nos importa. Cuanto más cuesta la subida, más promete la bajada y más merecida es. Ya se ve la Osqueta. Un tramo de bajada rota y un tramo de pringoso barro en el que caemos como tontos y ya estamos en la entrada del sendero que nos llevará al paso en la roca que es la Osqueta. Una muesca en forma de “W” que parte el afilado y largo espolón que forma la sierra.Quitamos barro a las bicis, nos libramos de algo de ropa y empezamos a escalar el rocoso y técnico sendero que nos adentra literalmente entre los “dientes” de la sierra, llegando a la Osqueta por un pasillo de desnudas rocas que nos hacen entretenernos unos posando y otros buscando los mejores ángulos para retratar el imponente escenario. El descenso promete....
Foto:Oscar
Venga, ya vale de tanto posar, vamos p’abajo. Nos “tiramos” por el agujero. Sendero pedregoso, o mejor dicho, rocas que forman un sendero. Mucho desnivel y curvas imposibles de 180º. Despacio, intentando poner los menos pies posibles como si fuéramos a penalizar en una competición de trial..... Poco a poco la cosa “mejora” por decir algo. Por lo menos se puede bajar. El descenso es una sucesión de escalones tallados en la roca y con cantidad de angulosas piedras sueltas de buen tamaño. Pobres bicis y pobre d’el que se caiga. Vamos bajando. Reagrupamiento aprovechando el parón que hacemos para charlar con unos montañeros que suben andando. Lo típico: que si estamos locos y tal..... Muy majos, hablamos de los senderos que se pierden y de las pistas y carretiles que se comen otros ... Malos tiempos para los amantes de lo “salvaje”, de los sitios que vas descubriendo.......
Foto:Luisete
Continuamos. La siguiente parada durante el descenso es en Salinas Viejo. Un pueblo que se abandonó en la decada de los 50 debido a unos desprendimientos que hubo, habiéndose construido otro pueblo, Salinas Nuevo, para ocupar a su gente, abajo en el valle. Del pueblo (quién lo pondría allí pues solo se llega por sendero), es una pena, ya no queda gran cosa. Destaca entre sus arruinadas construcciones la iglesia....
Foto:Oscar
A partir de aquí la bajada vuelve a ponerse farragosa. El sendero se embosca en la vegetación y a la dificultad que entraña por las piedras, escalones, desnivel, cansancio, ..... hay que sumarle las zarzas y ramas. Enseguida llegamos a la Foz de Salinas.
Foto:Javito Foto:Javito
Un impresionante lugar poblado por cantidad de buitres y algún que otro quebrantahuesos. Nueva parada a sacar fotos. Precioso.
Foto:Javito
Salimos de la Foz y el camino se bifurca. Un ramal a Villalangua y el otro a Salinas. Tomamos este último y llegamos a un tramo imposible de ciclar. Es una zona de margas en donde el sendero se ha caído y no queda de él más que la huella que se deja al pasar andando a media ladera.
Más fotos del curioso tramo y nuevamente, tras pasarlo, montamos en las bicis y por entretenido sendero terminamos por fin el primer descenso del día.En Salinas comemos algo. Lo poco que llevamos: alguna barrita, el bocata de Luis para los 7, un par de bollitos míos que quedan del día anterior, el isostar “de chupar” de Oscar y una pera que dividimos y que nos sabe a gloria (¡que rica sabe la fruta en el monte y que bien sienta!) Calculamos el tiempo. Vamos justos otra vez, pero hay que completar la ruta y culminarla con el famoso descenso de Triste. No creo que hayamos hecho 30 kilómetros para entonces, pero parecen el doble y sin más, con estos, valdría para una rutilla maja.Nos damos prisa y continuamos. Por carretera unos kilómetros para hacer el enlace con la segunda parte de la ruta. Subiendo el puerto de Santa Bárbara despacito que se amontona ya, aunque casi no halla pendiente.... Tomamos una pista a la derecha que nos llevará al siguiente collado. Se deja fácil.... aunque todavía no es el último. Bajamos siguiendo la pista y llegamos a una Pardina (creo recordar que se llama “de Chaz”) y charlamos allí con un par de cazadores de becada que pasean a sus perros (becadas, pocas hay). Esta zona de Huesca está muy poco habitada. En los pueblos queda poca gente y las pardinas, (así llaman a las viviendas aisladas que por aquí llamamos caseríos) están casi todas deshabitadas.Desde aquí queda la segunda subida importante del día. Pista para arriba en estado decente pues se puede ir montado durante toda la subida. Siempre que queden fuerzas para los rampones que se van sucediendo.Quedan fuerzas y por fin, ya casi arriba, la pista suaviza su pendiente y nos permite apreciar el paisaje que nos rodea. Allá lejos, muy lejos, pero visible con su característica forma de “W”, queda A Osqueta. Al Norte, también lejanos, los Pirineos ya con bastante nieve. Y por todos los lados, rodeándonos, montes y montes cubiertos de tupido bosque. La mayoría de robles quejigos y también encinas y los siempre presentes pinos. Prácticamente no se ve más huella humana que la pista por la que pedaleamos.En el alto una ermita donde comemos las últimas barritas y nos repartimos algún chute energético para ponernos las pilas para el descenso que se avecina. Nos ponemos ropa porque el día va “p’adelante” y antes de empezar a sudar con la trialera final, tenemos un rápido y sombrío descenso hasta llegar al fondo del barranco. Abajo en el barranco, por el GR 1 que viene de Ena, pedaleamos tranquilamente por la pista. Vadeamos el barranco y enseguida hay algún tramo en el que el GR se “sale” de la pista por retorcido sendero que por supuesto cogemos, calentando para lo que vendrá a continuación.
Foto:Luisete
Llegamos a una cerca que hay que cruzar y hace de barrera entre la pista y el sendero que a partir de allí comienza. La puerta a la dificultad. La cosa promete.... Comenzamos. El camino sube y baja, siempre estrecho y difícil. Aquí es donde las suspensiones de más recorrido se imponen, ante las bicis más ligeras. Las enduro van como un tiro. Es un largo tramo que nos hace disfrutar a tope. No hay pasos infranqueables, pero la tensión es continua y la concentración debe ser la máxima. Durante todo el descenso no hay paradas, ni fotos, ni casi palabras entre nosotros....... Si se puede alcanzar el éxtasis montado encima de una bici, yo creo que aquí lo logramos..........El sendero sale a la carretera y por esta, en pocos kilómetros (que a estas horas cuestan como si fuesen muchos) regresamos a La Peña donde dejamos un coche de enlace para recoger los de Agüero. Damos por terminada la ruta. La repetiremos........... Foto:Javito

La Basa Mora.

 Ultimas luces en el Ibon de Plan. Dicen las gentes de la Val de Chistau que antiguamente, en tiempos de conflicto y violentas luchas entre ...