Cuando ves que se acerca el día elegido y las predicciones confirman lo que desde hace horas no quieres reconocer. Que un frente entra con fuerza desde el mar y dejará temblando los pirineos tras una potente descarga de agua.
El cambio de planes, destino y objetivos nos hace salir inusualmente tarde de ruta.
El frente que a estas horas descarga en los Pirineos también nos salpica levemente dejándonos lluvia y sombra en una extraña sincronía de mágicos resultados.
Alcanzamos nuestro objetivos, más tarde de lo habitual, pero con la magia que nos regala el final del día, en forma de luces agónicas.
Raúl es un tipo de pocas palabras y mucha acción. Paciencia y fuerza a partes iguales, garantizan el éxito de la jornada.
Es hora de bajar, el día acaba pero todavía tenemos que ganarle algo mas, que nos garantice otra gran jornada mañana.
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