Desde que la temporada de travesía confinados empezó, esta ruta era un tema recurrente...bueno incluso mucho mas ambiciosa.
El sábado 13 de marzo era el día planeado. Pero de madrugada se torció la cosa y Saül su principal impulsor se quedaba en casa cuidando de Amaya y la pequeña Ane.
A eso de las 7:25 en la curva helicoidal nos juntábamos Jose y Javito con Tripu y su colega que por problemas logísticos de ultima hora tampoco podía salir al monte.
Salimos los tres con un fuerte ritmo y una meteo incierta en el Anie. Tras el descenso Tripu decide ir tirando rapido para no hacer esperar a su amigo mas de lo necesario. Jose y yo viendo el buen día que se había quedado iríamos mas tranquilos disfrutando todo lo posible.
La remontada a la Mesa la hacemos con cuchillas por las duras laderas norte. Acceder al collado que la une con la Tabla es toda una sensación indescriptible. El corredor norte esta durito para mi, Jose con dos piolos sube a la cima. Yo para compensar me voy a la Tabla.
Bajadita feliz hacia Añelarra saltando de collado en collado y disfrutando de la esencia de la travesía.
Remontamos dos veces la cara sur del Añelarra y otras dos veces que lo bajamos.
Después de 9 horas de intensa travesía somos de los últimos en llegar al parking a eso de las 5 de la tarde. Curiosamente estamos eufóricos. El cuerpo hace rato que sabe que hay que ir al tran tran y asi podría estar muchas horas. El listo el jodido.
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